
Estamos atravezando una triste y aplastante involución. No más que eso, un retroceso como especie.
Perdemos día a día la capacidad de razonar (lo que nos distingue de los otros seres vivos); olvidamos la capacidad de ser, pensar, proyectar, actuar, y hasta de vernos, distintos al otro (otra distinción del resto de los seres vivos); hasta ignoramos el valor de la vida (cada día somos menos)...podría seguir enumerando por horas pero no tiene demasiado sentido, ya que muchos de los que me estén leyendo en este momento habrán involucionado lo suficiente como para no leer algo porque es demasiado largo.
Cada vez somos una especie más inadaptada, más salvaje, más destructiva, más animal...más desinteresada.
Yo soy el humano...o quizás en realidad sean ustedes los humanos, no lo sé...no tengo forma de averiguarlo, pero me quedo con lo mío.
Say No More.