martes, 12 de agosto de 2008

John.

Había una vez un tipo que se llamaba Juan. Un tipo como cualquiera...fijate si era vulgar, que hasta se llamaba Juan.
Este muchacho, que si bien era un tipo como cualquiera, y tenía un nombre como cualquiera, era un tipo inteligente. Pero no absolutamente inteligente, inteligente como cualquiera que es inteligente...
Juan tenia un plan, un plan hermoso, detalladamente preparado...había pasado muchos años analizando los problemas del mundo en el que el vivía, y por fin había terminado su plan, sólo faltaba explicarlo y llevarlo a práctica.
Pero un día, sin más...llegó otro tipo como cualquiera, y aprovechándose de la inocencia de Juan, le pegó tres tiros en la espalda...
Apagó las esperanzas de mejorar las cosas, destruyó su plan...el cuál nunca llego a develar, sólo pudo codificar fragmentos en canciones que escribía con frecuencia. Hoy a Juan lo idolatra mucha gente, que no se percata de los fragmentos del plan escondidos en las canciones. Hoy Juan es visto como un marciano, un humano con facultades extraordinarias o como un enviado de dios.

Pero John Lennon fue un ser humano como vos y como yo, quizás tuvo la ventaja de haber sido el Beatle John en algún momento...pero no deja de ser un humano.
Como Jesús...
Lo que tenía en mente no es imposible de concretar, y lo que hizo no es imposible de repetir.
El hecho de verlo como un semi dios que vino de Marte a traernos paz es simplemente otra jugarreta del sistema, buscando no tener enemigos.
Porque el sistema conoce sus falencias...y tiene en claro que LAS IDEAS SON INMORTALES, y eso le produce TEMOR.

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John